Si los libros crean universos completos, reinventan el mundo y nos cambian la vida, los objetos mismos, desde siempre, tienen vida propia. Así el gran trabajo de investigación realizado por Juan Carlos Díez Jayo, con su obra bellamente titulada Libros malditos, malditos libros (Editorial Intervención Cultural, 257 páginas).
Díez Jayo se adentra en una infinidad de casos insólitos de bibliotecas perversas, libros que han gobernado un país, enciclopedias de lo insólito, libros enormes y diminutos, coleccionistas de libros que los elegían a partir de una vocación de asesinos seriales, volúmenes literarios que fueron encuadernados en piel humana, libros quemados en la hoguera, bibliotecarios que recitaban de memoria el contenido de miles de obras… Más allá de un valioso anecdotario, Libros malditos, malditos libros es un testimonio del poder inagotable de la literatura como protagonista y testigo de la historia del mundo.